Los hechos, sin adornos

El ambiente es agradable y las vistas son impresionantes, pero el servicio es ineficiente. Esperas largas en el restaurante y habitaciones con características antiguas. Además, las instalaciones de ocio presentan problemas que dejan mucho que desear. Puede que sea una buena opción para descansar, pero para otros, habrá que pensarlo dos veces.

el hotel es increíble, justo en la costa, con vistas espectaculars. los jardines son preciosos y el personal es muy amable, siempre dispuesto a ayudar. las habitaciones son amplias y súper limpias, y el buffet de desayuno es muy variado. me encantó la cena, comí riquísimo, y la piscina era genial, está muy cuidada.

lo único malo es que el jacuzzi exterior estaba cerrado y el baño necesitaba un poco de renovación.

Las vistas al jardín eran impresionantes.

Las vistas desde la habitación eran espectaculares, con un enorme ventanal que daba al estanque y al pueblo cercano. La cena servida fue variada y deliciosa, destacando el buen pescado que nos ofrecieron.

La falta de ascensor es un gran inconveniente. subir y bajar escaleras con maletas es una tarea agotadora, especialmente en un hotel que tiene habitaciones en varios niveles. La moqueta en la habitación, aunque aparentemente limpia, no es ideal para personas alérgicas y el baño necesita modernización, con detalles como grifos rotos y cortinas poco higiénicas.

El hotel está en una ubicación increíble, justo en la costa. Nos encantó pasear por los hermosos jardines y disfrutar de la tranquilidad que ofrece el lugar. Las camas eran muy cómodas y el desayuno, aunque simple, estaba bien para empezar el día. Estuve allí con padre y todos quedamos encantados.

A mis hijos les hubiera gustado tener más opciones de entretenimiento para ellos durante nuestra estancia.

La falta de ascensor es simplemente inaceptable. Subir escaleras con maletas es agotador. Además, esperé un detalle por parte del hotel como un upgrade o un regalo de bienvenida, pero nada. Las vistas son hermosas, pero eso no compensa los inconvenientes. Casi escribo una buena reseña, pero simplemente no pude, no puedo pasar por alto las deficiencias.

Las vistas al mar son asombrosas

Despertar con el sonido de las olas fue simplemente mágico. La amplitud de la habitación y las áreas comunes son muy agradables. El buffet de desayuno estaba lleno de opciones deliciosas cada día.

Lamentablemente, la ausencia de aire acondicionado hizo que las noches fueran un poco calurosas, y el servicio en el restaurante era un poco lento, lo que se tornó frustrante en momentos de hambre.

espacios maravillosos cerca de la costa y parques por descubrir

me encantó la experiencia, especialmente poder caminar hacia la playa de Silverstrand en menos de 5 minutos y disfrutar de las vistas del hermoso Lough Inch, todo a pocos pasos del hotel, lo que lo convierte en un lugar ideal para pasear y relajarse al aire libre.

Las vistas son espectaculares. Wifi solo funciona en el hall.

Las noches que pasamos allí fueron maravillosas. Disfrutamos sobre todo del buffet de desayuno variado y completo que ofrecían, ideal para comenzar el día. También, la cena a la carta fue exquisita, destacando la atención de Desi, nuestra camarera, quien hizo que la experiencia fuera aún más agradable. Lo que más nos gustó fue la tranquilidad del lugar, perfecto para relajarse y explorar los alrededores.

el hotel tiene una cancha de tenis muy bien cuidada. el servicio en el bar es lento.

La habitación era espaciosa y contaba con grandes ventanales. Las vistas al jardín eran hermosas y se podía disfrutar de un desayuno variado. La cena a la carta fue exquisita. Las instalaciones, como la piscina cubierta y la cancha de tenis, eran un gran plus. Definitivamente un lugar para relajarse. 🌊

El hotel es un lugar precioso y tranquilo, justo en la costa. Las habitaciones son amplias y cuentan con grandes ventanales que ofrecen vistas encantadoras del jardín y parte de la playa. Aprecié mucho el bufé de desayuno variado, con opciones como salchichas y huevos, todo bien organizado. La cena a la carta fue exquisita, destacando la amabilidad de la camarera, Desi, quien hizo nuestra experiencia aún más agradable.

No dispone de ascensor, lo cual puede ser complicado con maletas.

La habitación era amplia y luminosa, con un enorme ventanal que daba al estanque y al pueblecito. La cama era comodísima, y el baño tenía toallas y productos básicos bien cuidados. Solo echamos en falta un poco de modernización en el cuarto de baño, aunque el espacio estaba limpio. Las vistas desde allí eran espectaculares y el lugar era perfecto para relajarse. Sin embargo, la moqueta no es ideal para alérgicos, y podría mejorar.

Un refugio fantástico con vistas impresionantes!

Nos alojamos cuatro noches y disfrutamos de la cena, que fue deliciosa y servida con esmero. Las vistas al mar son espectaculares y el jardín trasero es perfecto para relajarse. Recomiendo dejar las maletas en recepción si no pueden subir las escaleras. el personal es muy amable.